Los pensamientos negativos no son algo patológico ni tampoco debemos pensar que a quien le viene alguno de estos pensamientos a lo largo del día es una persona más bien pesimista.
Ponerlo en palabras. Como si fueras un observador escribir el pensamiento diciendo, por ejemplo, “estoy teniendo el pensamiento de que soy un fracaso” o “estoy teniendo el pensamiento de que todos me van a rechazar”.
El mecanismo de formación del pensamiento negativo puede ser diferente, pero sus manifestaciones y consecuencias son las mismas para todas las personas. Consideremos las principales características de la influencia de la negatividad en la vida humana.
Importante: la negatividad puede tratarse en cualquier etapa de la vida. Es posible seleccionar un plan de corrección para las consecuencias de la influencia de cada uno de los factores que hemos considerado.
Nuevo pensamiento: Soy más capaz que nadie de decidir lo que es más importante hacer. Me siento seguro de mis capacidades y tengo mucha energía para actuar y hacer las cosas para crear una vida equilibrada y tranquila
Una infancia difícil. No se trata tanto de la educación como de las condiciones de desarrollo del niño. Por ejemplo, una infancia de pobreza puede conducir a un pensamiento negativo. El pensamiento depende en gran medida de la calidad de vida, pero al mismo tiempo el nivel de vida depende del pensamiento. Es decir, si lo desea, una persona siempre puede mejorar su situación al menos un poco si cambia el pensamiento de negativo a positivo.
El pensamiento negativo es un tipo especial de pensamiento en el que una persona ve obstáculos sólidos, dificultades en el camino hacia la consecución del objetivo y fantasea con pensamientos negativos el triste desenlace de los acontecimientos.
Sustitución de pensamientos: Reemplaza afirmaciones negativas con afirmaciones positivas o realistas.
La impotencia es un comportamiento aprendido que puede o no derivarse de circunstancias debilitantes de la vida genuine.
Una persona con una mentalidad positiva hará todo lo posible por encontrar otro trabajo más prestigioso e interesante o incluso lanzar su propio proyecto.
SOMOS capaces de hacer lo que nos propongamos. Son sólo los pensamientos negativos los que nos impiden conseguirlo.
Para abordar el pensamiento de todo o nada, intenta identificar y enfocarte en las áreas grises o intermedias de la situación. Reconoce tus logros y habilidades, incluso si has cometido un error.
Practica la atención plena y el enfoque en el presente para reducir la ansiedad relacionada con el futuro. Recuerda que el futuro es incierto y que preocuparte en exceso no cambiará los resultados.
A medida que reforzamos mentalmente estos pensamientos, empezamos a sentirnos viejos, a actuar como viejos y a ser percibidos como demasiado viejos por la gente que nos rodea.